En la comunicación social decidimos cómo, para quién y con qué propósito contamos lo que hacemos. Cuando ese relato se alinea con los valores y la estrategia de un proyecto, deja de ser un simple escaparate y se convierte en una herramienta para transformar realidades y generar impacto social.
Sin embargo, en ámbitos como la educación para la transformación social, la cooperación o las áreas sociales de las instituciones, sigue siendo habitual concentrar toda la energía y los recursos en la ejecución del proyecto y dejar la comunicación y la sensibilización en un segundo plano, o directamente fuera de la planificación.
El resultado: acciones con un enorme valor social que pasan desapercibidas, no conectan con la ciudadanía o no logran movilizar a quienes podrían implicarse.
En mi trabajo con instituciones públicas y entidades sociales he comprobado que, cuando la comunicación se planifica con sentido desde el inicio, los resultados van mucho más allá de la visibilidad: se fortalecen vínculos, se inspira y sensibiliza a la ciudadanía y se amplifica el alcance de las acciones. Y esto no sucede por casualidad, sino porque la comunicación, cuando se trabaja con propósito, multiplica el impacto de lo que haces.
En este artículo encontrarás algunas claves para integrar la comunicación social en tu estrategia desde el diseño del proyecto, asegurando que lo que haces llegue, se entienda y genere el cambio que buscas. Es una reflexión construida a partir de mi experiencia y aprendizajes acompañando proyectos del sector social, donde cada palabra cuenta para transformar.
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ToggleBeneficios de integrar la comunicación social en los proyectos
Trabajar la comunicación con intención no es un gasto extra: es una inversión estratégica que multiplica el valor de cada acción que realizas.
Cuando la comunicación se piensa desde el inicio del proyecto, el retorno no se mide solo en cifras, sino en confianza, reputación, relaciones y cambio real.
A continuación, te detallo algunas de las ventajas más relevantes que he visto en primera persona trabajando con instituciones públicas y entidades del tercer sector:
1. Mejora la transparencia
Explicar de forma clara qué haces, por qué lo haces y qué resultados genera tu trabajo fortalece la confianza de la ciudadanía, de las personas beneficiarias y de las entidades financiadoras. La transparencia no consiste solo en publicar datos: también implica compartir procesos, decisiones y aprendizajes de manera comprensible y honesta.
2. Refuerza el valor del trabajo en equipo
Una buena comunicación —interna y externa— visibiliza el esfuerzo colectivo, reconoce a las personas implicadas y refuerza su motivación. Cuando un equipo ve que su labor se reconoce y se comparte, crece el sentido de pertenencia y el compromiso.
3. Atrae alianzas y apoyos
Los proyectos bien contados generan interés, credibilidad y conexiones. Una narrativa cuidada abre la puerta a colaboraciones, financiación y nuevas oportunidades. Una historia bien construida puede resonar con organizaciones, instituciones o empresas que comparten tu propósito.
4. Amplifica el impacto
La comunicación social va más allá de informar, moviliza. Un mensaje bien planteado puede inspirar cambios de actitud, generar debate o motivar la participación ciudadana, multiplicando así el alcance del proyecto.
5. Da coherencia entre fondo y forma
No basta con hacer bien las cosas: también es necesario contarlas de manera coherente con los valores que las inspiran. Esa alineación entre lo que haces (fondo) y cómo lo cuentas (forma) refuerza tu credibilidad, proyecta identidad y te diferencia.

Comunicar desde la Educación para la Transformación Social
En los proyectos de Educación para la Transformación Social (EPTS), la comunicación responsable no puede entenderse como un añadido al final del proceso: debe formar parte del diseño desde el primer momento. Estos proyectos tienen particularidades que exigen un enfoque comunicativo propio, consciente y coherente.
1. Su valor está en los procesos, no solo en los resultados
A diferencia de otros ámbitos, en la EPTS el impacto no se mide únicamente en cifras o productos finales, sino en cómo se construyen los cambios: la calidad de la participación, la reflexión que se genera, las alianzas que se tejen… Comunicar estos procesos es clave para mostrar el verdadero alcance del trabajo.
2. Se trabaja con sensibilidad, tiempo y escucha
La EPTS implica comprender contextos, dialogar con comunidades y acompañar procesos de cambio que requieren tiempo. La comunicación debe reflejar ese cuidado, evitando simplificar o banalizar el trabajo. Escuchar antes de contar es parte de la estrategia.
3. Requiere una comunicación coherente: pedagógica, crítica y transformadora
La comunicación en EPTS debe educar, generar pensamiento crítico y abrir espacios para la acción. Eso implica un lenguaje claro y accesible, pero también honesto y comprometido con los valores que guían el proyecto.
Una comunicación coherente con estos principios no solo visibiliza el trabajo: lo refuerza, lo protege y lo amplifica.
Claves para una comunicación social más estratégica
Hacer que la comunicación social sea estratégica significa pasar de contar por inercia a comunicar con intención. No se trata de publicar más, sino de hacerlo mejor: con un propósito claro, un público definido y un mensaje coherente con lo que haces y con tus valores.
Estas son algunas claves que puedes aplicar en tu proyecto, tanto si trabajas en una institución pública como en una entidad social:
1. Empieza por el para qué
Antes de elegir canales, formatos o mensajes, pregúntate por qué quieres comunicar y qué cambio deseas generar. Tener claro ese “para qué” evita dispersión y facilita medir el impacto real.
2. Segmenta con criterio
No existe un único mensaje válido “para toda la ciudadanía”. Identifica bien a tus públicos y adapta a cada uno el tono, el lenguaje, los formatos y los canales. No es lo mismo dirigirte a un equipo técnico que a jóvenes, a un socio estratégico o a la ciudadanía en general. Segmentar no excluye: hace tu comunicación más relevante.
3. Escucha antes de contar
La comunicación no es un monólogo. Pregunta, observa y escucha lo que preocupa, interesa o motiva a tus públicos. Esa escucha activa te permitirá diseñar mensajes más pertinentes, empáticos y conectados con la realidad de quienes quieres alcanzar.
4. Construye coherencia
Lo que dices, lo que haces y cómo lo muestras deben estar alineados. Esa coherencia entre fondo y forma genera confianza, credibilidad y un relato sólido. La incoherencia es una de las causas que más debilita los proyectos sociales.
5. Cuida el lenguaje
Las palabras comunican valores. Usa un lenguaje inclusivo, claro y respetuoso, especialmente cuando hablas de personas, comunidades o realidades vulneradas. La forma en que nombras también transforma.
6. Mide el impacto más allá de los números
Los “likes” o el alcance son útiles, pero no suficientes. Observa también indicadores cualitativos: participación, vínculos creados, nuevas alianzas, conversación generada o mejoras en la comprensión del tema. Ese análisis te permitirá ajustar y aprender.
Para no perder el rumbo, estas preguntas pueden acompañarte en cada decisión comunicativa:
- ¿Qué queremos que las personas sientan, piensen y hagan al leer esto?
- ¿Nuestro lenguaje está alineado con nuestros valores?
- ¿Estamos visibilizando solo eventos o también procesos?
- ¿Involucramos al equipo y a los públicos en la comunicación?
Aplicar estas claves y hacerte estas preguntas de forma habitual no requiere grandes presupuestos, sino decisión y constancia.
La comunicación social como motor de cambio
El cambio empieza cuando decides comunicar con sentido.
El cambio empieza cuando decides comunicar con sentido.
Cada proyecto social, cada acción de cooperación y cada iniciativa de educación para la transformación social encierra un valor que merece ser contado. No comunicarlo —o hacerlo de forma improvisada— significa dejar parte de ese valor en el camino.
La comunicación social no es un añadido: debe integrarse desde el inicio para que lo que haces llegue, conecte y genere el impacto que buscas. Es la herramienta que convierte un proyecto aislado en una historia que inspira, moviliza y teje comunidad.
Lo que distingue a la comunicación social es su capacidad de impulsar cambios desde la transparencia, la honestidad y la coherencia.
Si te interesa este enfoque, estoy reuniendo recursos, materiales, reflexiones y ejemplos prácticos para seguir profundizando en él. Será un espacio para compartir, aprender y construir junto a quienes defendemos que la comunicación social es parte del cambio que queremos ver.
Nagore García
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